Incubando talentos

Programas innovadores como Startup Sauna y New Factory preparan startups para que compitan en el mundo global.

Programas innovadores como Startup Sauna y New Factory alientan y preparan jóvenes emprendimientos startup de alta tecnología para que compitan en el mundo global.

La sauna finlandesa es un sitio casi místico, donde las personas se someten a niveles extremos de calor y humedad para emerger al rato limpios, frescos y –si creemos en la leyenda– curados. En el Startup Sauna de Otaniemi, un suburbio occidental de Helsinki, son jóvenes compañías las que se someten a pruebas extremas para reaparecer listas para competir en el mercado global.

Jukka Matikainen fomenta el espíritu emprendedor desde New Factory en la ciudad de Tampere, en el centro-sur del país.Foto: New Factory

«Startup Sauna fue creado para resolver un problema», explica Antti Ylimutka, el número dos del proyecto. «Tenemos excelentes investigadores y tecnología, pero no tantas empresas exitosas a nivel global. Nuestra intención es incrementar la cantidad y la calidad de las startups de la región».

Los organizadores viajan por el norte de Europa y por Rusia haciendo entrevistas de un día con empresas locales. Las aprobadas son invitadas a seis semanas de sesiones intensivas en el Venture Garage de la Universidad Aalto. Algunos hasta vuelan a Silicon Valley para conversar con sus contrapartes estadounidenses.

«Queremos abrir la mente de los participantes hacia todo lo que se necesita para gestionar una empresa», dice Will Cardwell, uno de los instructores del programa. «Al final de las sesiones deben tener un prototipo, un modelo comercial preliminar».

Entre los instructores de los jóvenes empresarios hay catedráticos, inversores, y especialmente otros empresarios. Los instructores donan su tiempo y sus conocimientos para ayudar a los empresarios a prepararse para el mundo real de los negocios. Éstos deben crear un producto más viable y preparar un buen discurso para atraer inversores.

«Los participantes reciben comentarios personalizados» continúa Ylimutka. «Aprenden de los instructores pero también aprenden de sus pares, de la competencia internacional.»

New Factory

La región de la capital no es único lugar donde existen proyectos de este tipo. En la ciudad de Tampere, en el centro-sur del país, funciona New Factory, otro centro de innovación e incubadora de negocios.

«Necesitamos fomentar el espíritu empresarial en Finlandia», dice Jukka Matikainen, su director. «Actualmente no hay muchas compañías en crecimiento. Para tener más necesitamos gente apasionada, que quiera y pueda asumir riesgos y haga todo lo necesario para montar un negocio. Por eso nos concentramos en la gente. Nuestro enfoque es abierto, ágil y basado en la comunidad».

Matikainen dice que hasta ahora New Factory ha ayudado a crear 25 startups, 180 empleos y 300 proyectos. Ahora están diversificando su oferta, la que ha demostrado ser importante a nivel nacional en momentos en que la industria finlandesa atraviesa un cambio de estructuras.

La visión de un participante

Un happening en Helsinki: el público atraviesa el «corredor startup» en Slush, considerada la principal conferencia de startup del norte de Europa.Foto: Tuomo Lampinen

Supongo que podrían llamarnos veteranos de Startup Sauna», dice Jani Hursti, fundador de Asema Electronics. Estuvimos en el primer lote de empresas en la primavera de 2010. Necesitábamos aprender, y éste era el mejor lugar para hacerlo».

Asema, fundada a finales de 2009, está especializada en gestión energética. Usa terminales de consumidor para la red de electricidad inteligente, de manera que cada consumidor sabe exactamente cuánta energía consume, cuándo y a qué costo. La empresa tuvo una idea brillante pero necesitaba ayuda para llevarla al mercado.

Como en casi todo nuevo programa, Hursti dice que en Startup Sauna hubo algunas dificultades al comienzo. Pero los organizadores aprendieron de sus errores, detectaron lo que necesitaban las empresas y modificaron su enfoque.

«Nunca es fácil, y el paquete perfecto no existe, pero realmente ganaron en profesionalismo», dice Hursti. «Tuvimos acceso a todo lo que necesitábamos: contactos industriales, financistas y los medios».

Cuando le preguntamos qué fue lo mejor del programa, Hursti nos da una respuesta inesperada: las cajas de cartón.

«Te explico», dice sonriente. «Estábamos por ir a una exposición y teníamos que embalar nuestras cosas. Necesitábamos herramientas y materiales. Aquí conseguimos todo lo que necesitábamos. Tienen la infraestructura que necesita cualquier compañía para operar eficientemente».

David J. Cord, marzo de 2012